En este país ser periodista cultural, reportera de asuntos de interés artístico, creativo, social, es uno de los privilegios al ser parte de uno o varios medios de comunicación.
Adriana Malvido es una mujer pilar en ese constructo del universo del periodismo cultural mexicano, en el que hay varias mujeres (algunos hombres) porque hace décadas, por cuestiones de género hoy muy rebasadas, se dejaba a éstas la cobertura de asuntos referentes a las bellas artes, a la cultura.
Respetada y querida en el gremio, Malvido ha sabido sortear cualquier conflicto de interés y mantener su independencia editorial. Entre los libros imprescindibles de esta autora están Nahui Olin, la mujer del sol (Ed. Diana) y La noche de la Reina Roja (Conaculta). Ha recibido las distinciones más relevantes en el ámbito del periodismo cultural, como el premio Jesús Galindo y Villa (1988) a la trayectoria periodística en torno al patrimonio histórico y cultural otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Ha escrito en Unomásuno, La Jornada, la revista Proceso, Milenio diario y otros diarios y revistas más; ha dado decenas de conferencias y fue galardonada en el 2004 con el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, por su texto “Cibercultura. Estoy en Red luego existo”, otros premios que ha recibido, son[1]:
- En el 2012, el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de Entrevista, por la realizada al filósofo holandés Rob Riemen en 2011 (publicada en Laberinto).
- En el 2018 recibió el Premio Pen-México a la Excelencia Periodística.
- En el 2019 recibió el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, que otorga cada año la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
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