Natación
Podemos escribir decenas de páginas con los beneficios que aporta la natación; sin embargo, el único problema de la natación radica en que no se tienen albercas en cada casa. De hecho, el acceso a éstas es difícil y en época de pandemia incluso estuvo prohibido.
La muy buena noticia es que en el Instituto Politécnico Nacional, concretamente en la Alberca Cuauhtémoc[1], toda persona se puede inscribir y nadar. La información para realizar la inscripción está en la página de internet y vale la pena revisar los requisitos.
Por lo pronto recordemos las maravillas de este deporte[2]:
No afecta huesos ni articulaciones porque el cuerpo flota en el agua; incrementa la flexibilidad y la elasticidad (hernias, lumbalgias o problemas en caderas); contribuye a quemar grasas y bajar de peso; al ser de baja intensidad puede realizarse durante más tiempo y así colaborar con el combate a diabetes, colesterol o enfermedades crónicas.
Asimismo, beneficia al sistema respiratorio y al aumento de la capacidad pulmonar (con cada brazada); se trabajan los dos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos del cerebro, por lo que trae beneficios neuronales; se producen beneficios cardiorrespiratorios al mejorar el consumo de oxígeno.
Finalmente, la natación brinda beneficios psicológicos a quien la practica puesto que “al sumergirnos en el agua y concentrarnos en la respiración se produce un efecto inmediato: el cuerpo se relaja y se reduce la sensación de estrés, además mejoran los síntomas de la depresión”.
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
Miki Tokuhara y Erika Tania Gómez Rueda
Facebook: IPN Deportes
Correo: buzondeportes@ipn.mx
YouTube: IPN Deportes
Comments are closed.