Es muy común que se pierda fuerza en el piso pélvico cuando se es persona adulta, y más en personas adultas mayores. Este padecimiento se debe a que hay cambios hormonales que afectan directamente el piso pélvico cuando se trata de mujeres, y a que los hombres puedan tener algún padecimiento prostático.
Por lo pronto, lo que es irrefutable es que perder fuerza en el piso pélvico en las mujeres ocasiona una vida cotidiana menos fácil, ya que se expone la persona a fugas de orina por casi cualquier cosa, toser, reír, brincar, cualquier movimiento brusco, o a veces hasta por el mínimo esfuerzo.
Es frecuente también que los ejercicios para fortalecer el piso pélvico no se hagan adecuadamente y se ejercite el abdomen en lugar del músculo del piso pélvico; por lo anterior, es importante hacer ejercicios diariamente cuando se padezca de piso pélvico débil, y así prevenir las fugas de orina.
Los ejercicios más comunes que se recomiendan para fortalecer el piso pélvico son los de Kegel, y se hacen así[1]:
…contraer los músculos del suelo pélvico durante 5 segundos, mientras respire suavemente, y luego los relaje durante 5 segundos más. Repetir 10 veces. El ejercicio rápido consiste en contraer y relajar los músculos tan rápido como pueda durante 2 o 3 minutos…
Algunos tips para asegurarse de hacer bien estos ejercicios, en el caso de las mujeres, son:
…si todavía no está segura de si usted está tensionando los músculos correctos, tenga en cuenta que todos los músculos del piso pélvico se relajan y contraen al mismo tiempo. Debido a que controlan la vejiga, el recto y la vagina, los siguientes consejos pueden ayudar:
Mujeres: introduzca un dedo en la vagina. Apriete los músculos como si estuviera conteniendo la orina, luego déjela salir. Usted debe sentir que los músculos se tensionan y se mueven hacia arriba y abajo…
Es importante que, al hacer estos ejercicios, no se estén apretando ni abdominales ni glúteos ni muslos.
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
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