Las personas adultas mayores se pueden beneficiar mucho del ejercicio y, sin embargo, deben estar conscientes de que las rutinas o deportes que antes hacían con gran facilidad, es posible que ahora cambien. Los cambios principales en el ejercicio de las personas adultas mayores, respecto del que realizan las más jóvenes, tienen que ver con evitar lesiones y excesos.

También es importante considerar que al ser persona adulta mayor hay que trabajar en cuatro áreas: flexibilidad, coordinación, fuerza y equilibrio. Si se balancean las rutinas de ejercicios entre esas áreas, la condición y salud de la persona aumentarán.

Para trabajar la flexibilidad se recomiendan estiramientos, calentamientos y utilizar ligas o toallas que nos puedan facilitar los movimientos. Para la coordinación, es importante bailar, aprender algunos pasos aeróbicos nuevos de bajo impacto, y variar las rutinas. La fuerza se puede obtener haciendo pesas con botellas de agua o mancuernas muy ligeras que no nos lastimen ni tengan demasiado peso.

El equilibrio puede practicarse si se intenta hacer alguna rutina de yoga, tai chi, o alguno de los ejercicios chinos de ZhiNeng QiGong (que se pronuncia shinen chicún).

Caminar, nadar y evitar estar mucho tiempo en una sola posición son siempre buenos consejos para la persona adulta mayor. Asimismo, se sugiere calentar antes de cualquier ejercicio; no hacer nada que nos duela, no excederse y, finalmente, enfriar después de cada rutina.

Cada persona necesita ejercicios distintos dependiendo de sus habilidades o padecimientos, así que, si se tiene acceso a un profesional de la fisioterapia o rehabilitación física, lo ideal es consultarle qué rutina recomienda para su caso.

 

 

 

 

 

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera.

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