El dolor de cabeza es quizá el más común de todos los padecimientos y afecta prácticamente a todas las personas en algún momento. Casi nunca es un indicador de una enfermedad grave, sin embargo, es recomendable ubicar la zona del dolor.

Se explica clínicamente de la siguiente manera[1]:

“[…] se presenta en cualquier región de la cabeza y puede afectar uno o ambos lados de la cabeza; aparece puntualmente en una ubicación determinada, y se extiende desde un punto hacia el resto de la cabeza, o ejercer presión.

El dolor de cabeza puede sentirse con dolor intenso, una sensación de pulsación o un dolor leve y continuo. Y pueden desarrollarse en forma gradual o repentina y durar desde menos de una hora hasta varios días […]”

Las causas del dolor de cabeza son multifactoriales y, cuando no se trata de algo muy grave, de un padecimiento que impida eliminar el dolor o nos esté paralizando, se suele sugerir intentarlo quitar con ciertos ejercicios. Los más comunes consisten en[2] respirar profundamente, inhalar por la nariz y exhalar por la boca; los estiramientos de cuello, barbilla, cara, muñecas, espalda y hombros son muy útiles para relajar y ayudar a que circule la sangre y se acabe el dolor de cabeza. Este tipo de dolor de cabeza, que se controla con ejercicios, es llamado “cefalea tensional”[3].

NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.

 

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[1] https://www.mayoclinic.org/es/symptoms/headache/basics/definition/sym-20050800
[2] https://bit.ly/4dj1m2h
[3] https://bit.ly/4cmoBXS

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