El proceso de demencia para las personas adultas mayores, en especial del Alzheimer, no solamente les dificulta la vida a los pacientes sino a las personas cuidadoras y a quienes quieren ayudarles a vivir su vida cotidiana de la mejor manera.
El ejercicio físico, siempre recomendable y aconsejable a cualquier edad, y especialmente para las personas adultas mayores con Alzheimer que pueden moverse, no es tan sencillo ponerlo en práctica puesto que amerita un proceso de aprendizaje por parte del enfermo. Sin embargo, no deben de descartarse movimientos, bailes y rutinas que impliquen un esfuerzo en demasía por parte de la memoria.
“Expresar con el cuerpo lo que siente al escuchar la música y realizar pequeñas coreografías adaptadas a las posibilidades del conjunto”, en el suelo o incluso en alguna alberca (cuando haya todas las condiciones de seguridad, supervisión y vigilancia) , funciona muy bien tanto para la estimulación cognitiva como para la actividad física.
Uno de los casos de éxito más conocidos a nivel mundial respecto del Alzheimer y la actividad física, es el rescate que hace el bailaor de flamenco Paco Mora de la memoria y los movimientos de su madre a través del flamenco, de cantar y de bailar .
Vale la pena consultar con una persona profesional de la fisioterapia, en combinación con el paciente específico, qué movimientos puede realizar la persona que padece Alzheimer, y en función de éstos, ponerse a hacerlos desparpajadamente, sin lastimarse, calentando previamente, pero con música de fondo, de tal manera que haya entusiasmo, alegría, libertad.
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
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