Entre jóvenes adolescentes, sobre todo del género masculino, es común un interés específico, casi siempre estético, para fortalecer los brazos y el pecho. Entre mujeres es más común entre quienes les gusta hacer pesas o entre atletas de distintas disciplinas.
Al pasar el tiempo, es común que se dejen de hacer ejercicios para fortalecer brazos y pecho, siendo esto un error, porque para las personas adultas mayores es fundamental contar con brazos y pecho fuertes, vigorosos, flexibles y tonificados, es decir, saludables. Sobre todo, porque es más fácil continuar realizando actividades cotidianas, quehaceres y tareas de trabajo y domésticas.
Los ejercicios básicos, pero útiles para fortalecer brazos y pecho son[1]:
Levantar mancuernillas o pesas ligeras; jalar ligas de resistencia; hacer una suerte de lagartijas contra la pared; empujar un corazón pectoral o una almohada que oponga resistencia; mantener brazos en el aire y moverlos flexionándolos hacia la cabeza y con palma de las manos arriba y abajo.
Es importante aclarar que, cuando se trabaja con peso o pesas, “no debe sentirse muy difícil. Si no se pueden levantar o empujar 8 veces seguidas, significa que son demasiado pesadas y hay que reducir el peso”[2].
Hacer consciente cada vez que se levante o cargue algo con los brazos y poner la atención también en el pecho, es un ejercicio natural, espontáneo e invaluable.
Como siempre, recomendamos consultar a una persona especialista o profesional de la salud física antes de comenzar con cualquier rutina.
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
[1] https://www.nia.nih.gov/espanol/ejercicios-fortalecimiento-adultos-mayores
[2] ibid.
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