Con la edad, o cuando se padece artrosis o artritis, las articulaciones de la mano van doliendo y perdiendo flexibilidad, pues “la hinchazón, el dolor y la rigidez de las articulaciones son síntomas comunes en las personas con artritis”[1], lo que afecta nuestra habilidad manual, porque a veces el dolor en las manos es tan fuerte que no nos permite tomar ni dejar los objetos que requerimos manipular durante el día.
Una manera de prevenir el dolor y estimular la flexibilidad de las articulaciones de las manos, es sumergirlas en bandejas o vasijas con semillas un poco calientes (pueden ser de linaza o alpiste) y mover los dedos activamente, como si quisiéramos encontrar un objeto perdido en ese montón. Eso se puede hacer durante algunos minutos y después, si el dolor persiste, se meten las manos en agua helada (sin que la piel se lastime) para aminorar la inflamación.
Otro ejercicio para mantener flexibles dichas articulaciones, consiste en doblar los nudillos. Para realizarlo es necesario empezar por mantener la mano y los dedos rectos y juntos, después se doblan las articulaciones medias de los dedos manteniendo los nudillos rectos. Esto se debe de hacer con movimientos lentos y suaves, y después se vuelve a poner la mano en la posición inicial. Lo ideal es repetir el ejercicio cinco veces con cada mano, evitando que duela”[2].
Hay unas pelotas pequeñas especiales para apretarse con las manos, pero si no se cuenta con ellas, se puede tomar una pelota suave y apretarla varias veces con cada mano, y cada vez más fuerte, hasta que sintamos que se está haciendo un esfuerzo. Recuerde que no se deben de hacer ejercicios que lastimen o duelan en exceso porque pueden ser contraproducentes.
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David Martínez
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[1] https://bit.ly/48BXGHD
[2] Idem.
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