En múltiples ocasiones, Aprender a envejecer ha desglosado porqué bailar es una de las actividades físicas más recomendables para todas las personas adultas mayores que estén en posibilidades de ejecutarlo.
La velocidad, el ritmo y el género que se sugiere bailar depende mucho de cada persona, de sus gustos, su biografía, su movilidad, sus preferencias, la música y los espacios que tengan para practicar este saludable ejercicio cardiovascular.
Con el baile se estimula el corazón, se ejercitan los músculos, se practica el equilibrio, la flexibilidad, el ritmo, el aprendizaje, la memoria; se socializa, se abona en la alegría que, al final de cuentas, se traduce en sustancias químicas que hacen bien al cerebro y al organismo completo.
Uno de los ritmos más suaves, elegantes y cadenciosos es, sin duda, el son motuno, que fue popularizado en el siglo XX por el cubano Arsenio Rodríguez, y que entre sus legados están “la salsa latina, el mambo, el jazz latino, la timba y el chachachá. Algunos músicos destacados mantuvieron su base rítmica e incorporaron sus propias creaciones melódicas”[1].
La definición de montuno, musicalmente hablando, es: “fragmento rítmico y melódico corto, tocado en el piano en mitad de una pieza de salsa. En el Montuno se alterna un compás débil con uno fuerte, y entre otros personajes que le dieron vida a nivel mundial están Benny Moré, Machito y Pio Leiva (llamado el Montunero de Cuba), quienes enriquecieron el Son montuno con elementos de la guaracha, mambo y bolero”[2].
Recomendamos el siguiente sitio para escuchar a un músico explicar este ritmo: https://www.youtube.com/watch?time_continue=11&v=XP69jHkHVV4&feature=emb_logo
Contactos:
Eva González Matus y Patricia Rivera Morales
Instructoras de Bailes finos de salón
Facebook: Paty Rivers
[1] https://havanamusicschool.com/es/origen-y-evolucion-del-son-montuno langes/#:~:text=El%20son%20montuno%20naci%C3%B3%20en,no%20poseen%20un%20origen%20com%C3%BAn.
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