Son muchas las palabras y expresiones que tenemos que eliminar de nuestro vocabulario porque ahora son discriminatorias en cuanto a su relación con las personas mayores, por ejemplo, en esta conversación: “¿Cómo está tu mamá?” “Pues más o menos, ya sabes, con los ‘achaques propios de la edad’”. Ésta podría ser una respuesta que nos dice todo y nada a la vez: que la señora no anda muy bien de salud, que tiene síntomas y diversas manifestaciones de una o más enfermedades que no entendemos y que describimos como “achaques”. Y cada achaque puede ser el síntoma de un mal mayor que no atendemos porque “así son las personas mayores”.
Otro caso: “¿Y tu papá cómo va?” “Pues ya le diagnosticaron demencia senil y no hay nada que hacer”. Ese término ya no debe usarse: decir que tu papá tiene demencia senil es el diagnóstico de una persona que desconoce las varias decenas de demencias: demencia frontotemporal, demencia tipo Alzheimer, demencia derivada del descuido por diabetes, demencia de los cuerpos de Lewy, que puede llegar a producir la enfermedad de Parkinson, y muchas más.
‘Vejez’ no es sinónimo de ‘enfermedad’. Nos enfermamos, cierto, pero hoy conocemos muchos recursos que prolongarán nuestro buen estado de salud si dejamos de lado el viejismo, el pesimismo y la falta de información. Entonces, para estar claros: eliminemos de nuestro lenguaje estos términos: “achaques” y “demencia senil”, porque nuestra salud empeorará si continuamos con estos enfoques.
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