¿Se imaginan lo que podría pasar en nuestros países si se pusieran en huelga los abuelos y, en especial, las abuelas? Seguro que a raíz de su ausencia empezaríamos a ver, a reconocer, sus invaluables aportaciones, sobre todo en lo relativo a los cuidados.

En años recientes se plantearon otras interrogantes: ¿qué pasaría si las amas de casa entraran en huelga? O, una más internacional: ¿se imaginan un día, solo uno, sin el trabajo de los mexicanos en Estados Unidos? Lo cierto es que muy pocas personas se han puesto a pensar en qué pasaría si los abuelos dejaran de aportar su trabajo diario a la vida cotidiana. Las abuelas, en especial, asisten en el postparto; en la convalecencia médica; en la enfermedad y, claro, en el cuidado de los nietos. ¿Qué harían algunas familias si no vivieran en casa de los abuelos o completaran la quincena con su pensión?

Les planteo esta pregunta porque desde el pasado 1º de julio, en Suecia entró en vigor una ley que obliga a que se les pague a las personas mayores por cuidar a sus nietos. Es el primer país en el mundo que lo propone, lo discute y lo aprueba con una ley. ¡Claro, tiene sus particularidades! Pero lo importante es saber que este trabajo se empieza a reconocer. A las personas mayores se les acusa de improductivos, dependientes, “roba oxígeno”, pero no se analiza su realidad. Un gran porcentaje de personas mayores no tiene jubilación, no se les brindan las mismas oportunidades de trabajo y se invisibilizan sus contribuciones. Es tiempo de hacer visibles y valorar las aportaciones que las personas mayores hacen a nuestra sociedad.

Para ustedes: ¿cuáles son las principales aportaciones de las personas mayores en su ciudad o en su familia?  Compártanlas con nosotros, así nos ayudarán a destacar su enriquecedora presencia.

 

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