El Cafecito
“Tengo miedo a jubilarme”, “siento que no estoy lista”, “no sé cómo enfrentar esta nueva etapa en mi vida”, éstas son algunas de las expresiones que nos hicieron llegar dos televidentes: el Licenciado Guerrero y la Sra. Herrera. Y nos encantó el tema y solicitud de ideas para este cambio.
En primer lugar, les felicito, porque pertenecen al privilegiado grupo de personas mayores que tienen derecho a la jubilación. Sólo del 25 al 30 por ciento lo tiene, el resto debe de enfrentar otras realidades en nuestro país. Segundo, les felicito por haber reconocido su temor, y justo por eso, es el momento de transformar esas ideas preconcebidas. ¿Cuáles? Aquellas que dicen que “ya no servimos, que dejamos de ser productivos, que llegamos al fin…” la vida continúa después de la jubilación con otros ritmos, con otras experiencias, pero la vida sigue.
¿Qué les parece hacer una lista de las metas por cumplir, de los sueños por realizar, de los pendientes afectivos que contactar? Se vale actualizar el proyecto de vida, programar las nuevas actividades, compartir lo aprendido. Existen personas que reciben su jubilación y se van de viaje; otras vuelven a contratarse para seguir trabajando. Las menos se sientan a mirar pasar la vida.
¿Qué hacer, en qué ocuparse ahora? Me parece una decisión tan importante como en otros tiempos fue “qué voy a estudiar” o “con quién me voy a casar”. De ese tamaño es la decisión. El asunto es atreverse a vivir el cambio. A crecer, a transformarse en alguien mejor. La jubilación no es el fin, es el compromiso con una misma como persona mayor para mejorar nuestra calidad de vida.
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