Este cafecito, que en el programa compartimos con ustedes, en otros países es un muy buen pretexto para fomentar la cercanía con las personas mayores. Por ejemplo, en Barakaldo, provincia de Vizcaya, en España, han abierto algunos lugares para invitar a tomar café a las personas que viven en soledad. En “soledad no deseada”: esa que no da satisfacciones, sino que produce ansiedad y hasta depresión. Estos cafés son espacios para que las personas mayores de 60 años conversen, rían, jueguen y compartan con los vecinos de su barrio, y aunque asisten tanto hombres como mujeres, las más entusiastas son las mujeres.

Estos cafés han servido también para familiarizarse con el tema de la muerte. Sí, se habla de ella a través de cuentos, poesías, novelas: se intercambian puntos de vista y con ello se pretende disminuir el miedo a este tema. El experimento se ha hecho en países como Holanda, sin embargo, en México también han existido intentos semejantes. Ambas propuestas cuentan con el apoyo de trabajadoras sociales, tanatólogos y especialistas que ayudan a aclarar las dudas conforme éstas van surgiendo.

Para paliar la soledad, y para restarle miedo a la muerte: dos temas fundamentales que, en la vida de las personas mayores, se convierten en un magnífico pretexto para socializar, acompañados de una deliciosa taza de café.

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