Muy pocos países están listos para enfrentar el envejecimiento de sus poblaciones. Esto exige grandes presupuestos para la salud, cuidados y vivienda, solo por mencionar algunas de las necesidades básicas. Ante esta crítica situación, que se complicará con el paso de los años, le invito a ser responsable de su envejecimiento, de su cuerpo, de su salud, de su bienestar. No me cansaré de repetirlo: nadie puede comer bien por usted, nadie puede descansar por usted, nadie puede hacer ejercicio por usted.

La propuesta es que, a partir de hoy, se haga responsable de usted mismo. No vamos a quitarle la responsabilidad ni al estado ni a la familia; pero, entre mejor se mantenga, menos necesitará de cuidados. Algunos estudios hablan de que, dentro de 8 a 10 años, habrá una fuerte crisis de cuidados y cuidadores para las personas mayores. Así que, entre mejor estemos, menos ayuda vamos a requerir.

Para usted que dice que “no quiere dar molestias”: le invitamos a cuidarse; para usted que dice que “le da pena pedir ayuda”: también y, esto significa, comer bien, elegir productos nutritivos (más calidad que cantidad), hacer ejercicio (el que usted prefiera para poder mantener su movilidad) No se aísle: socialice. Envejecer dignamente significa saber que somos personas que valemos, que merecemos, y que el buen trato empieza por nosotras mismas, las personas mayores.

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