Algo empieza a moverse en el mundo. En España, don Carlos San Juan de Laorden, de 78 años, ha conseguido más de 150 mil firmas en change.org para exigir que los bancos “no eliminen la atención presencial a las personas mayores”, eso, dice don Carlos, es una forma de discriminación. Habrá quien sí pueda adaptarse a la banca on line, o desplazarse a las cada vez menos sucursales bancarias, pero no todas las personas pueden hacerlo.
El Movimiento de Pensionistas de Euskadi y Navarra ha salido a las calles para exigir “pensiones públicas dignas” y protestar contra los recortes que se han hecho a sus magros ingresos. Les apoyan otras organizaciones: Asociación Jubilación Anticipada sin Penalizar, Organizaciones Andaluzas de Mayores, Movimiento Gallego en Defensa de las Pensiones y Servicios Públicos, entre muchos más. Algo se está moviendo en España. Los y las mayores se organizan y exigen sus derechos.
Estos dos ejemplos van mostrando el camino. Las personas mayores somos sujetas de derechos y tenemos que exigirlos. La espera pasiva parece que se acaba. Crece el número de personas con derecho a la jubilación, pero al mismo tiempo crece otro gran sector que nunca ejercerá ese derecho porque sus actividades laborales no se los permitieron. Crecerá la pobreza, el desamparo y la dependencia si no atendemos a esta población que por años trabajó para sus familias y sus países. Algo empieza a moverse en el mundo.
Comments are closed.