El pasado 14 de febrero una gran historia de amor le dio la vuelta al mundo, gracias a una nota de BBC Noticias. Una historia de amor no tradicional: la pareja holandesa integrada por Dries Van Agt y su esposa, Eugenie, decidieron morir juntos y al mismo tiempo. Pero, contrario a lo que la mayoría podíamos pensar, ellos recurrieron a un derecho del que se goza en los Países Bajos: la eutanasia.

Él era un destacado diplomático con muchos años de servicio, que enfrentó un derrame cerebral en el 2019 que disminuyó notablemente su calidad de vida. La salud de Eugenie también padecía un deterioro progresivo. La pareja tenía 93 años, y 70 de vivir juntos. Tuvieron tres hijos y toda una vida en compañía. Así que decidieron solicitar formalmente una “duo-eutanasia”, es decir, morir con la ayuda de un profesional.

La eutanasia está autorizada en los Países Bajos desde el 2002, y está controlada estrictamente por regulaciones inscritas en la ley. Habrá que precisar que la modalidad duo es reciente, pero gana terreno cada día. Se calcula que en este país se practican unas nueve mil eutanasias individuales al año, y en el 202 este acto se consumó en 29 parejas que decidieron morir juntas y que, además, cumplían con los requisitos de ley.

Todavía existe resistencia para aceptar esta muerte voluntaria: sin sufrimiento, sin dolor, asistida por profesionales de la salud que también deseen hacerlo. Sin embargo, poco a poco aumentan los países que autorizan la eutanasia, como Ecuador, que la despenalizó hace unas semanas. En México aún se trabaja en ello.

Esto, por supuesto, es un gran tema en el que debemos de reflexionar…

 

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