En el Cafecito de hoy quiero hablarle de la curiosidad como una cualidad. La curiosidad como un motor que nos permite hacernos preguntas sobre diversos temas, la que nos convierte en personas de mentalidad abierta, esa que es capaz de asumir riesgos.

La curiosidad es la que llevó a la humanidad a adentrarse por primera vez en los océanos, a inventar la rueda, a descubrir otros idiomas y a buscar qué había más allá del planeta tierra. La curiosidad a la que me refiero es sinónimo de exploración, innovación, mejora, crecimiento. Esa curiosidad es un buen motor de vida que busca nuevas ideas, nuevas experiencias.

Y la curiosidad es una buena compañía en la vejez. Primero que nada, porque estimula nuestro cerebro, lo pone a trabajar. Si somos personas curiosas conoceremos nuevas personas, nuevos caminos, nuevas formas de invertir nuestro tiempo, y viviremos con la sensación de estar aprovechando la vida al máximo, y eso, en esta etapa de la vida, es muy importante. La curiosidad es una forma de aprendizaje continuo. Así que, cuando venga a usted el pensamiento de “¿Y por qué me hablan de personas que no conozco?” “¿Por qué me invitan a leer cosas que ni me interesan?” Recuerde que son simples estímulos para despertar su curiosidad.

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