Una noticia reciente nos llena de alegría y nos invita a la reflexión: dos mil jubiladas suizas hicieron una denuncia contra su país, en donde sostienen que “la inacción de su gobierno contra el cambio climático debe considerarse una vulneración a sus derechos humanos”. Las personas mayores, como consecuencia del cambio climático, han enfrentado dificultades e incluso han llegado a morir por una ola de calor, por citar un caso. El tribunal europeo de derechos humanos, con 16 votos a favor y 1 en contra, falló en beneficio de las demandantes.
Con este caso, se sienta un gran precedente y se critica al gobierno suizo por no cumplir sus propios objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero. No hay sanción, pero se abrió una interesante vía para exigir que los gobiernos de los diferentes países europeos cumplan con sus compromisos contra el calentamiento global. Las 2000 mujeres mayores decidieron llevar al gobierno de su país ante el tribunal y lograron sentencia a favor por “violación al derecho a la vida privada y familiar”. La asociación suiza de mujeres mayores por el clima, la agrupación de las demandantes, nos demuestra que la organización y los argumentos son elementos indispensables para defender nuestros derechos.
Puede parecer una exageración, pero las personas mayores (y las personas de todas las edades) podríamos sumarnos a las luchas de tantos grupos que trabajan por mantener a la madre tierra en las mejores condiciones. Los temas como la contaminación de las ciudades y su relación con las demencias, los problemas de agua, la crisis de la basura plástica, la contaminación provocada por la fabricación de ropa, la falta de áreas verdes en las ciudades son solo algunos de los temas que nos deben interesar como personas mayores en la actualidad. ¿para qué? Para dejar un mundo mejor, para disfrute de todas las que serán las personas adultas del mañana.
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