En diversas ocasiones hemos insistido en que antes de hacer cualquier ejercicio, aunque sea disponerse a una caminata regular, es muy importante hacer ejercicios de calentamiento: esto evita lesiones, desgastes en exceso y prepara al cuerpo para aprovechar al máximo la rutina de fisioterapia o cardiovascular que se vaya a realizar.
No obstante, no todas las personas saben con precisión cuáles son los ejercicios de calentamiento y cuáles son los estiramientos o el ejercicio real para el cual se está calentando. Digamos que la frontera entre ellos puede ser sutil, y el problema es que uno se puede llegar a lastimar.
Primero que nada, debemos de saber que estos ejercicios de calentamiento no deben durar más de 10 minutos, porque entonces ya serían otro tipo de ejercicio.
Para todo calentamiento debemos de hacer respiraciones profundas, movimientos lentos, estiramientos sin rebote y, de ser posible, mantener las posturas de 10 a 30 segundos para que nuestras articulaciones y músculos vayan generando calor y esfuerzo poco a poco, sin que estos ejercicios signifiquen un gran esfuerzo. A veces mover despacio manos, piernas, tobillos, cuello, e ir sintiendo todo el cuerpo con conciencia, es suficiente para calentar. También debemos saber que prácticamente todo estiramiento tranquilo significa un calentamiento, así que, sin excederse, cuando se está de pie se puede tratar de tocar los pies con las rodillas un poco flexionadas, así como estirar los brazos por encima de la coronilla lo más alto que se pueda[1].
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
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