Uno de los problemas más graves que dejó la pandemia, lo cual es un problema común entre las personas adultas mayores, es la pérdida de la movilidad cotidiana. Los cuerpos de las personas que se encerraron y dejaron de hacer su vida normal, y de quienes están sentados prácticamente todo el día, son susceptibles a sufrir sarcopenia, que no es otra cosa que la “pérdida progresiva y generalizada de la masa muscular esquelética[1]” y por ende, de la fuerza para moverse.
Lo más crítico de la sarcopenia es que se vuelve un círculo vicioso: las personas que dejan de moverse pierden fuerza para moverse, y requieren, sin embargo, moverse para ganar fuerza. Pero les es cada vez más difícil el movimiento y, paradójicamente, cada vez es más necesario y urgente.
La buena noticia es que una vez detectada la sarcopenia, con voluntad y apoyo, puede comenzarse a resolver este problema mediante rehabilitación, ejercicios, fisioterapia y demás movimientos.
El problema de dejar un cuerpo con sarcopenia es que se expone a fracturas, caídas, pérdidas de equilibrio y falta de independencia, lo que con el paso del tiempo provoca desánimo en las personas.
Es altamente recomendable una alimentación balanceada que ayude a fortalecer todos los músculos, a perder grasa y a ganar masa muscular[2].
Empezar poco a poco, ya sea nadando, caminando, haciendo ejercicios desde la cama o el sillón, son buenas opciones para mejorar y superar la sarcopenia. Bailar también es un ejercicio muy recomendado.
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
[1] https://www.insp.mx/avisos/sarcopenia-y-deteriorio-cognitivo-en-adultos-mayores
[2] https://www.inforesidencias.com/blog/index.php/2020/11/19/alimentos-que-podrian-ayudarte-a-prevenir-la-sarcopenia/
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