“¿Qué es en el fondo actuar, sino mentir? ¿Y qué es actuar bien bien, sino mentir convenciendo?”. Esta reflexión de Sir Laurence Olivier me recuerda el trabajo de Mario Iván Martínez: lo ves en escena y crees que es Vincent van Gogh, el célebre pintor holandés. Bueno, hasta en la misma Holanda se impactaron de su parecido, y es que el actor se transforma.
Mario Iván Martínez protagoniza la obra Van Gogh, un girasol contra el mundo, que se está presentando en el Teatro Helénico. Y para montarla, entre muchas otras cosas, viajó al país de origen del pintor, visitó su casa, el museo que resguarda su obra, y ahora nos ofrece un trabajo en el que interpreta a Van Gogh, su amante, su hermano Theo y la difícil vida que tuvieron que enfrentar. Hoy Van Gogh es famoso y carísimo, pero en vida no conoció ni el reconocimiento a su trabajo ni mucho menos el éxito. Al inicio de la temporada había en escena otros actores, pero la pandemia exigió algunos ajustes hasta que, finalmente, Mario Iván queda en escena representando a todos los personajes.
Van Gogh, un girasol contra el mundo, estará hasta fin de mes en el Teatro Helénico, y en agosto en el Teatro Hidalgo –ahora Ignacio Retes–, se presentará descubriendo a Cri-Cri, otra de las aportaciones del actor, quien funge como el único representante de las creaciones de Gabilondo Soler, Cri-Cri.
Nos interesa que el arte y la cultura llenen su corazón. Dese un tiempo para ir al teatro y disfrutar las puestas en escena que este gran actor mexicano, recién llegado a la sexta década, nos presenta. Consulte la cartelera y recuerde, cuando vamos al teatro en compañía, la puesta en escena nos sabe mejor.
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