Cuidado de la piel del adulto mayor
Los cambios en la piel están entre los signos más visibles de envejecimiento. Las señales del aumento en la edad incluyen la presencia de arrugas, flacidez, manchas, y la piel se siente áspera y escamosa.
Hablar de la piel es indispensable para la salud, porque no sólo es un tema estético. Para entender qué cuidados necesita, primero veamos qué es la piel y cuál es su función.
La piel es el órgano de mayor tamaño del cuerpo humano y es también su filtro principal: es la capa de protección más importante, la cual está en constante renovación.
Además de proteger el cuerpo, este importante órgano es un vínculo indispensable con el exterior: contiene millones de receptores nerviosos que nos permiten percibir el tacto, el dolor y la presión.
En un adulto, la piel puede llegar a medir casi dos metros cuadrados. La componen dos capas: la epidermis y la dermis; debajo de estas dos capas se encuentra un estrato subcutáneo al que se le llama hipodermis.
Otra función importante de nuestra piel es la de controlar el equilibrio de líquidos y electrolitos, así como de regular la temperatura corporal.
La dermatóloga Katherine Barría, de la Universidad de Chile, señala que para las personas adultas mayores los principales problemas dermatológicos son la excesiva irritación y la resequedad cutáneas, por lo que se requiere atención especial en aquellas zonas que no se ven, pero que frecuentemente se resecan mucho: la parte interior de las piernas y de los brazos, y los codos.
De acuerdo con datos de la Fundación Mexicana para la Dermatología, durante el envejecimiento la piel pierde firmeza porque produce menos elastina –las fibras elásticas que le confieren flexibilidad– y colágeno, una proteína que le da fortaleza a la piel. También tiene menos grasa, lo que ocasiona su adelgazamiento, haciéndola más frágil.
Por estas razones los médicos dermatólogos coinciden en que la piel de las personas mayores requiere cuidados especiales para evitar daños graves que puedan afectar su calidad de vida.
La Sociedad Mexicana de Cirugía Dermatológica y Oncológica hace las siguientes recomendaciones para los cuidados de la piel:
- Protéjala del sol, utilizando diariamente bloqueador solar.
- Use ropa adecuada si tiene que salir al sol. Use camisas sueltas y livianas de manga larga y pantalones o faldas largas. Un sombrero de ala ancha puede proporcionarle sombra al cuello, las orejas, los ojos y la cabeza. Los anteojos de sol bloquean de 99 a 100 por ciento los rayos solares.
- Evite fumar. El humo del cigarro es uno de los elementos más agresivos para la piel.
- Evite tallar la piel. Prefiera utilizar jabones suaves y cremas humectantes en las áreas de piel seca.
- Procure tener una dieta balanceada, abundante en ingesta de agua y alimentos que contengan vitamina A y C, que son esenciales para la piel.
- La revisión periódica de un dermatólogo será imprescindible para asegurar que no existan lesiones graves.
Sigamos aprendiendo juntos cómo cuidar nuestra piel.
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