Está comprobado que el ejercicio físico beneficia todo el organismo, a la mente, a las emociones, a la salud en general de toda persona. Sin embargo, el ejercicio no supervisado por personas profesionales del acondicionamiento físico o personal médico geriatra, puede ser muy nocivo para las personas adultas mayores, pues les puede provocar lesiones muy fuertes y daños severos en lugar de beneficios. Y por lo anterior es altamente recomendable que no sienta miedo a hacer ejercicio, pero que tenga la conciencia de que no es algo que deba hacerse sin instrucción o con irresponsabilidad.
Lo primero es saber que cuando ya se rebasan los 60 años, los músculos y la estructura ósea necesitan otro tipo de ejercicios de menor impacto y mayor eficiencia, distintos a los ejercicios que se hacen de adulto maduro o de persona joven.
Es importante acercarse a su médica o médico de cabecera y a un profesional de la fisioterapia para empezar con todo entusiasmo a seguir ciertas rutinas físicas. De acuerdo con sitios especializados, de hecho[1]:
“Para las personas mayores es fundamental practicar ejercicios físicos con regularidad. Estos movimientos corporales deben ser planeados, estructurados y repetitivos, pero diseñados y monitoreados por un profesional para no causar daño.”
“Dependiendo de su condición, la persona mayor podrá realizar una u otra gimnasia para mayores. Por ello es vital que esta actividad física sea adecuadamente prescrita para evitar efectos adversos, de no ser así la persona podría ponerse en peligro.”
NOTA IMPORTANTE: Recuerde que, si bien APRENDER A ENVEJECER aporta información de fuentes confiables, siempre recomendamos que consulte primero a su médica o médico de cabecera, y que evite automedicarse.
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[1] https://bit.ly/4c6ix6z
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