IRENE G. DE LANZ

Irene Gutiérrez nació en Querétaro el 29 de mayo de 1921, por lo que acaba de cumplir cien años. Aprendió a leer a la edad de tres años y a versificar a los ocho. Estudió en la escuela Comercial de

Querétaro mecanografía, taquigrafía e inglés. En 1928 vivió la Guerra Cristera en Lagos de Moreno, Jalisco, lugar al que se trasladó su familia huyendo de los estragos de la Revolución.

Al cumplir los quince años la pidió en matrimonio el capitán primero Cosme Elenes Almada. Un mes antes de la boda se arrepintió y dejó plantados a familiares e invitados, por lo que su madre la reprendió por haber actuado con ligereza y le prohibió salir de casa y tener novio. A los dieciséis años se enamoró de un joven que estudiaba Medicina y era primer violín en la Sinfónica de Guadalajara; huyo con él y en casa de sus suegros se casó por lo civil. Tuvo a su primer hijo a los veinte años. La familia Gutiérrez la desconoció. Un año después huyó con su hijo por maltratos en casa de sus suegros y la ausencia completa de su esposo, de quien se divorció.

La familia de Irene constaba de diez hermanos. Al morir su padre se trasladaron a la Ciudad de México. Por recomendación del gobernador de Jalisco entró a trabajar a la Presidencia de la República en la oficina particular del presidente Manuel Ávila Camacho. Más tarde se casó con Alberto Lanz Gutiérrez; fue entonces cuando comenzó a escribir cuentos cortos.

Obtuvo primeros premios en diferentes concursos literarios y así conoció a los presidentes Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos, de quien obtuvo varios privilegios como escritora.

Después de treinta años de matrimonio se divorció y comenzó a trabajar en Petróleos Mexicanos. Durante cinco años ganó el primer premio en todos los concursos literarios que organizaba la empresa petrolera. De todas las experiencias de su vida ha relatado en libros lo más sobresaliente de su existencia, usando anécdotas reales.

Obtuvo el premio Francisco Zarco por la mejor entrevista del año y trabajó en las revistas Hoy, “Jueves” del periódico Excélsior y en la famosa La Mujer de hoy y Buenhogar, de Miami. Destacó como epigramista en el periódico La Prensa durante seis años consecutivos. Fue la primera mujer de los diez intelectuales y periodistas famosos que formaron el grupo de trabajo de epigramistas de México.

Hasta la fecha ha escrito veintitrés libros, algunos de ellos premiados, y nunca ha pertenecido a ninguna editorial. Como consejera y amiga personal de Mario Moreno “Cantinflas” ha servido a la Fundación Altruista Mario E. Moreno.

Irene G. de Lanz dice que escribe por afición heredada de su madre, quien fuera maestra de literatura. Ahora está a unos días de cumplir 100 años y sigue escribiendo como ejercicio mental, plasmando anécdotas de su vida en sus libros. Señala la autora que ella “nunca escribió con ambición de fama ni de dinero, únicamente lo hizo para desahogar recuerdos”.

Sus libros más vendidos son:

El Ahorcado, La hora Tiziana , Querida niña azul y Primavera 29 (recientemente reeditado para conmemorar sus 98 años, donde narra la saga familiar)

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