Cabe recordar que bailar es una de las formas más saludables de hacer ejercicio cardiovascular, además de que se socializa, es divertido y muy sano para la actividad intelectual.
Las rutinas de ejercicios en cama pueden practicarse todos los días, son muy recomendables para empezar la mañana y fortalecer el cuerpo, tener mayor resistencia, menos oportunidades de lastimaduras, mejor movilidad, aumenta nuestra vitalidad y la energía para enfrentar el día.
Cada persona debe de adaptar los ejercicios a sus posibilidades y según las indicaciones médicas específicas. Lo más importante es no dejar de hacer ejercicio por estar en silla de ruedas.
El baile country fomenta la coordinación de movimientos, lo cual resulta divertido y benéfico para la salud y la memoria, al crear conexiones neuronales y funcionar como ejercicio cardiovascular.
Con la edad los músculos están menos tonificados y son menos capaces de contraerse, debido a cambios normales en el tejido y en el sistema nervioso. Sin embargo, con una dieta sana y plena en proteínas, además de ejercicios practicados con regularidad durante la semana, puede combatirse la falta de tono.
Casi todas las personas sabemos hacer abdominales sentados sobre el suelo, sin embargo, los abdominales también se pueden hacer mientras estamos sentados.
Los músculos en el cuerpo sirven para prácticamente todo lo que tenga que ver con mejorar la calidad de vida, e incluso algunos estudios indican que se pueden regenerar las habilidades intelectuales y el aprendizaje cuando se tiene una musculatura más sana y fuerte.
A la gimnasia general para personas adultas mayores se le ha nombrado gerontogimnasia, y su objetivo es promover la actividad deportiva y mantener en buen estado la salud física y mental, y mejorar las relaciones sociales.
La dorsalgia es un dolor que suele aparecer como una presión punzante entre la columna y la escápula, y que se irradia hacia la zona cervical y se agrava durante la inspiración de aire. Hoy vemos algunos ejercicios sencillos para aminorar las molestias.
Las rutinas de calentamiento antes del ejercicio pueden, con toda seguridad, aminorar ampliamente las posibilidades de torceduras, lastimaduras, esguinces y desgarramientos musculares.
Se pueden hacer ejercicios teniendo limitaciones funcionales, y son muy efectivos. Una de las recomendaciones para esto es, de manera supervisada o en un ambiente controlado: caminar, nadar, hacer gerontogimnasia o pilates terapéutico.
La sarcopenia es la pérdida de masa muscular que se da de forma gradual a partir de los 30 años, y el proceso se acelera a partir de los 60 años. La actividad física cotidiana y una vida activa pueden ralentizar la aparición de este problema.
Muchas personas adultas mayores dejan de caminar por diferentes razones; el problema es que entre menos se camina, más riesgo de que la forma de caminar y la marcha se realicen con menor precisión, y de que ello desemboque en tropiezos o hasta caídas.
Estirarnos, relajarnos, mantener algunas respiraciones rítmicas e ir sintiendo el cuerpo y desalojando los puntos de tensión, es magnífico para poder conciliar un sueño realmente restaurador.
Los ejercicios GAP (glúteos-abdominales-piernas) son básicos para gozar fortaleza muscular y realizar mejor cualquier otro ejercicio. Y para las personas adultas mayores son seguros, pues no son de alto impacto.
Las personas adultas mayores deben de tener muchísimo cuidado al caminar, puesto que, si se está repitiendo un movimiento que lastime o dañe otras partes del cuerpo, en lugar de resultar bueno para la salud, sería bastante nocivo.
: Para las personas adultas mayores es fundamental contar con brazos y pecho fuertes y saludables, porque es más fácil continuar realizando actividades de trabajo y domésticas cotidianas.
Es recomendable hacer abdominales porque si tenemos esos músculos fuertes se reduce el dolor de espalda, mejora la postura, se previenen lesiones, mejora el equilibrio y la estabilidad y se respira mejor, entre otros beneficios.
Antes de planear qué gimnasia o ejercicios físicos queremos hacer en cuanto empiece el año, vale la pena reflexionar seriamente cuánto tiempo queremos dedicar a esta actividad en el día, en la semana, y cuáles son los objetivos a alcanzar.
Estar en una silla de ruedas por padecer alguna discapacidad no limitan, necesariamente, las rutinas deportivas o de ejercicio físico. Hoy vemos algunos movimientos para este sector.